La batalla de Somosierra (30 de Noviembre de 1808) volvió a producirse 200 años después en la Sierra de Madrid. Más de 500 recreadores procedentes de toda España, Polonia, Alemania, Malta e Italia dieron vida a los soldados españoles e imperiales reconstruyendo este episodio histórico de la Guerra de la Independencia española en el mismo terreno donde se produjo. El evento fue organizado por la Asociación Histórico – Cultural «Voluntarios de Madrid 1808 – 1814» y el Ayuntamiento de Somosierra, con la colaboración de la Fundación Dos de Mayo. Nación y Libertad.
Esta batalla fue la única ocasión de la contienda española en la que Napoléon Bonaparte ejerció el mando directo de sus tropas. La superioridad de dos Cuerpos de ejército imperiales y una carga suicida de jinetes polacos de la Guardia que ha pasado a la historia (y que ha quedado para el recuerdo en los museos polacos), aplastaron la defensa española, facilitando que pocos días después Bonaparte entrara en Madrid.
Entre los grupos de Recreación Histórica participantes no pasó desapercibido el «Regimiento Suizo de Reding nº 3» que, para mayor realismo, con la máxima rigurosidad intervino ataviado según las condiciones de vestuario del momento. Al mando de Jon Valera, se destacó por su acción en el flanco izquierdo. Valera señalaba como «la recreación en sí ha sido una de las mejores de cuantas hemos participado hasta ahora. La acción que protagonizamos fue para mi la experiencia más cercana a la contienda que hemos tenido; realmente pensaba que habíamos abierto el túnel del tiempo y estábamos allí, en 1808, corriendo de un lado a otro, saltando los obstáculos y desniveles del terreno. Con todo ello he visto cumplido en su máxima expresión uno de los objetivos de la Recreación Histórica: no sólo la divulgación de la historia, sino también la mayor comprensión de los hechos y el modo de vida y actuar de nuestros antepasados».
Además de la rigurosa reconstrucción de la batalla y un grandioso campamento de época abierto al público, destacó un emocionante acto de confraternización y homenaje a los caídos junto a la ermita de Somosierra. En esta ceremonia participaron, además de recreadores polacos, una magnífica guardia granadera española formada por los Regimientos Madrid, Jaén, Suizo de Reding nº 3 y Reyna. Los pífanos y tambores del Regimiento de la Reyna (Bailén) y una de las unidades francesas interpretaron los himnos de Francia, Polonia y España. Entre las autoridades presentes se distinguieron con su discurso, Jan Cheganowski, viceministro del Ministerio de Defensa de Polonia para Asuntos de Excombatientes, y el profesor Fernando García de Cortázar, responsable de la Fundación Dos de Mayo, Nación y Libertad.
La Recreación Histórica de la batalla acercó al público la forma de vivir, luchar y morir de los soldados de la época, y fue un homenaje al sacrificio de nuestros antepasados, hombres y mujeres de Europa que, en alguno de los dos bandos, se enfrentaron a unos tiempos difíciles.
Situación.
«La victoria del Ejército de Andalucía sobre las tropas de Dupont en la Batalla de Bailén el 19 de Julio de 1808 convulsiona al confiado ejército francés que ocupa España. Perplejo y asustado, José Bonaparte abandona Madrid, al tiempo que los imperiales levantan el infructuoso sitio que mantenían sobre la heróica ciudad de Zaragoza. Los patriotas españoles viven días de fiesta.
Napoléon, que no esperaba encontrar problemas militares en España, decide tomar personalmente cartas en el asunto. Al frente de más de 200.000 hombres avanza en dirección a Madrid.
Ante las noticias de que los franceses se aproximan a la capital, el Mariscal de Campo Benito San Juan, el único general de la ciudad que parecía decidido a cumplir con su deber, parte hacia el norte para encargarse de la defensa del Puerto de Somosierra. Con él marchan todos los soldados disponibles. Así desfilan hacia la Sierra cordobeses, jienenses, mallorquines, sevillanos, extermeños, toledanos, incluso belgas e irlandeses, unidos a muchos madrileños de la Villa y sus alrededores…
No había vestuario ni alimentos para todos. Marchan con hambre, muchos sin uniforme, cubiertos sólo con la típica capa parda de campesino; otros carecen totalmente de prendas de abrigo. Las municiones escasean; sólo se pueden distribuir un puñado de cartuchos por hombre. Como en tantas batallas de la Guerra de la Independencia, hombres de toda clase y condición apenas han podido aprender a manejar los poco fiables fusiles de chispa. Sus oficiales, que apenas les conocen, son conscientes de lo que se avecina. Pero el destino no espera y llama ya a las puertas de Madrid»…
Los actos conmemorativos del Bicentenario del hecho histórico fueron cubiertos por diversos medios de comunicación locales y nacionales.
Galerías destacadas.
Álbum de fotografías de la Asociación «Urgull Histórico» (San Sebastián).
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Asociación Histórico - Cultural Teodoro Reding 
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