El Diario digital de Alhaurín el Grande publica un artículo sobre el papel de la localidad durante la ocupación napoleónica de la provincia de Málaga, pero sobre todo sobre los hechos de Yunquera. Precisamente en 2008 los miembros de la Asociación Histórico – Cultural «Teodoro Reding» participaron en la organización de una serie de actos en Alhaurín el Grande coincidiendo con el inicio del Bicentenario de la Guerra de la Independencia.
«(…) Noticiero de Granada del 31 de Octubre de 1811 (…):
«En la noche del 9 del presente (Septiembre de 1811) salieron precipitadamente para Antequera 250 polacos de la división nº 9, y no cesan de entrar día y noche pequeñas partidas que vienen de Baza a la desfilada y salen al instante por la misma dirección. Se dice que la reunión de las tropas enemigas será en Antequera, a donde marchan 30 hombres que quedan a la división de Godinot. Aseguran algunos que las tropas de Ballesteros ha avanzado hasta Alhaurín el Grande; y que habiendo sido acometido Begines de Tarifa tres veces seguidas por los franceses de Medina – Sidonia, los rechazó valerosamente.”
«(…) El día 17 de octubre se lanza un ataque contra Alhaurín el Grande al mando del coronel Benito Pelli pero se retira a Alozaina tras conocer la llegada de tropas francesas al mando del coronel Berton a Coín.
En los primeros días de enero de 1812, el coronel Ramón Alburquerque se presenta en Yunquera con la orden de sustituir a Pelli al mando de las tropas españolas allí situadas, pero este se niega y se refugia en Alozaina donde pretende reunir a sus hombres, pero estos no le siguen y es detenido.
A inicios de febrero, el general Ballesteros llega a Yunquera al mando del IV Cuerpo, situando 2.500 hombres como vanguardia en Alozaina, para desde allí continuar hasta Alhaurín el Grande [concretamente el campo entre Alhaurín el Grande y Cártama, siendo conocida la batalla como de Alhaurín por los franceses y de Cártama por los españoles] donde derrotará a las fuerzas del general Maransin el 16 de febrero de 1812, siendo el propio general francés herido durante el combate.
El 11 de abril de 1812, 23 soldados y un oficial del Regimiento de Infantería Ligera Barbastro, son hechos prisioneros en las cercanías de Alozaina por un contingente francés al mando del capitán Serra, siendo ejecutados el oficial y 11 soldados como represalia por el fusilamiento de un oficial y 11 soldados del Regimiento de Infantería de Línea Málaga Nº 6 -regimiento de españoles al servicio del rey José I Bonaparte- que habían sido capturados tras la batalla de Cártama.
El 13 de septiembre de 1811, el general Ballesteros ocupa Yunquera con un ejército de 2.000 hombres, en espera de otros 3.000 que habían salido de Algeciras después de su partida hacia la localidad malagueña.
El Mariscal Soult, jefe del ejército napoleónico en Andalucía, dispuso que los generales Rignoux y Cassagne desalojasen al general español de su bastión en tierras malagueñas. El primero salió de Málaga el 12 de septiembre con fuerzas polacas del 4º Regimiento del Gran Ducado de Varsovia y el 2º batallón del regimiento 51, en el camino a Yunquera se les unirán las fuerzas de Cassagne.
Aunque contaba con unos 10.000 hombres en la Serranía de Ronda y las fuerzas imperiales apenas llegaban a 4.000, Ballesteros retrocedió ante la creencia de la superioridad enemiga aunque dejó a unos 600 hombres para defender la población utilizando lo accidentado de la orografía para rechazar a las fuerzas invasoras. Las fuerzas imperiales ascendían a unos 4.000 bien pertrechados y equipados.
Para las tareas de defensa, los responsables (…) ordenaron que se cavaran trincheras, se aspillasen los muros de casas y demás edificios y se colocasen hombres en los riscos cercanos para batir así al enemigo desde un plano superior. La defensa fue numantina, no rindiéndose la población hasta ser los defensores muertos o hechos prisioneros, algunos españoles consiguieron huir a del cautiverio y de la muerte escapando por los desfiladeros y barrancos, poniendo en gran peligro su vida durante la huida.
El coronel Alphonse Grasset escribió sobre la defensa realizadas por los españoles calificándola de soberbia. En su comunicado, el Mariscal Soult comentaba que los defensores que lucharon en Yunquera, combatieron en las casas y en los bordes de los precipicios de los alrededores, muriendo muchos peleando y los restantes, pereciendo en el incendio del pueblo provocado por el encarnizado de una y otra parte, además de destruirse gran cantidad de armas, municiones y aprovisionamientos que no fue posible llevarse.
Ballesteros continuó con su estrategia de avanzadas y retiradas, obligando a los franceses a destacar tropas en el campo de Gibraltar. Este debilitamiento de las fuerzas francesas de la Serranía de Ronda fue aprovechado por los hombres mandados por Luque, Becerra y Lora junto a la llamada “Cruzada”, reuniendo unos 700 guerrilleros, entraron en la devastada Yunquera el 21 de septiembre. Al poco tiempo, la población volvió a ser atacada por las dos columnas imperiales mandadas por el coronel Berton y el capitán Serra que tras una cruenta batalla retomó el pueblo para las tropas napoleónicas.
Los franceses, ante el temor de ser cercados por las tropas españolas que se acercaban, decidieron abandonar la población. El ejército español, al mando del teniente coronel Jerónimo Valdés, ayudante de campo de Ballesteros, consiguió desalojar a los franceses del pueblo que a partir de entonces pasó a convertirse en bastión donde se construyó un campamento para la instrucción de reclutas y el almacenamiento de víveres y pertrechos además de ser punto clave para las incursiones de Ballesteros sobre el valle del Guadalhorce siendo fundamental para la posterior reconquista de Málaga el 27 de agosto de 1812.»
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